Estimulación Oportuna
Historia
La antes llamada estimulación temprana empezó aplicándose únicamente a bebés prematuros o con deficiencias físicas o psíquicas a los que se quería reforzar su aprendizaje y desarrollo. Actualmente, la estimulación oportuna, de la mano de conceptos como la inteligencia emocional en niños, pretende desarrollar capacidades en los niños manteniendo el equilibrio entre inteligencia y afectividad, aprovechando los beneficios que tiene para el desarrollo individual del niño.
Cuando se habla de favorecer un desarrollo en el bebé y niño no se habla sólo de coeficiente intelectual sino que la estimulación temprana también aborda la inteligencia emocional o las inteligencias múltiples. Conviene tener en cuenta que la estimulación temprana en un proceso que involucra desde el principio a los padres y después a profesores y centros escolares.
Desarrollo Cognitivo del Niño
Desde que nace, el bebé no deja de descubrir y conocer el mundo que le rodea. Lentamente afina los sentidos (olfato, oído, vista y tacto) para poder percibir y relacionar estímulos del mundo que lo rodea, esto en si ya es un acto cognitivo y perceptivo que estimula sus capacidades intelectuales. Este desarrollo es continuo durante los primeros seis años de vida, por un alto grado de plasticidad neuronal, que permite el aprendizaje y la adquisición de funciones básicas como el control postural, la marcha o el lenguaje. La consecución progresiva de hitos en este desarrollo va permitiendo la aparición y mejora de nuevas habilidades:
- A partir del tercer mes, muestra gran interés por investigar y explorar; sus habilidades motrices le permiten manejar mejor su entorno y así clasificar sus percepciones.
- Al final del primer año, su acumulación de posibilidades motrices le abren camino a nuevos campos de exploración. Ya es capaz de desplazarse, observar y atender con detenimiento lo que le interesa empleando así bastante tiempo en ello. Este es un excelente momento para enseñarle las cosas, ya que demuestra buena disposición para el aprendizaje.
- El lenguaje que empleemos es importantísimo, se le debe hablar permanentemente al niño, comentar y comunicar todo lo que se esté haciendo, cantarle y leerles desde que nacen.
El desarrollo del niño ocurre en forma secuencial, esto quiere decir que una habilidad ayuda al surgir de otra. Es progresivo y siempre se van acumulando funciones, primero las más simples, después otras más complejas. Para que ocurra una evolución ordenada de las habilidades todas las partes del sistema nervioso actúan en forma coordinada para facilitar el desarrollo, cada área de desarrollo interactúa con las otras. La dirección correcta en la cual se debe seguir el desarrollo motor es de la parte superior a la inferior, es decir, primero se controla la cabeza, después el tronco. Va apareciendo de la parte central del cuerpo hacia afuera, primero se controla los hombros y al final la función de los dedos de la mano.
Masajes y estimulación:
Otro forma de conocer el mundo para ellos son las caricias y los masajes, estos pueden estimular al bebé (ya que así activamos algunas de las principales vías de entrada de estímulos) y de esta forma colaborar en su desarrollo afectivo, cognitivo y motriz.
Comenzar a practicar los masajes al bebé desde que nace es de mucho valor ya que esto favorece sus primeras conexiones neuronales. Los masajes deben ser como un juego para el adulto y el niño, además de un medio de comunicación entre ellos y así estimular el desarrollo.
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